"... y siguen pegando abajo ..."

La presidente del Consejo Provincial de Educación (CPE) cerró todo tipo de diálogo al precisar que "si no levantan definitivamente el paro no habrá negociación" al referirse a la medida adoptada por la Asociación Docentes de Santa Cruz (ADOSAC), que otorgó una tregua de 10 días para acercarse al Gobierno provincial.
En el último Congreso llevado a cabo en Caleta Olivia, se decidió que para la semana entrante los maestros pararán otras 72 horas comenzando el lunes 9 de abril, sin concurrencia a los lugares de trabajo. Esto motivó el comentario de Silvia Esteban y ahondó aun más el conflicto.
La falta de interés por provocar el encuentro de ambas partes y buscar juntos una solución, se aleja con este tipo de actitudes pero suma cada vez más adeptos que no se dejan apretar por las chicanas impuestas a través de los canales del poder.
Esta tarde los educandos volvieron a reunirse en rededor de la histórica Escuela Nº 1 para darle un abrazo simbólico, hecho que convocó cerca de tres mil personas que luego se dirigieron al CPE para dar paso a la arenga de los dirigentes gremiales.
Ya es de público conocimiento que los reclamos van más allá de un desajuste económico y la opinión pública maneja datos de la calle y de medios no oficiales porque la credibilidad hoy la tienen los protagonistas de los reclamos.
Si a esto le sumamos la exagerada cantidad de efectivos policiales, de prefectura y gendarmería, que custodian celosamente cada establecimiento educacional y ante el menor movimiento de gente se agolpan en cada esquina céntrica de Río Gallegos, los transeúntes interpretan que algo está por pasar ¿Será eso lo que pretenden? provocar que pase algo grave como lo que está sucediendo la provincia de Neuquén?
En tanto el Obispo diocesano continúa ofreciendo su ayuda a los más necesitados y pregona el diálogo y la paz, pero ésta se puede ver afectada por el constante restrego por parte de aquellos que en vez de usar el ingenio para "mejorar la calidad de vida de los santacruceños" hacen uso de las actitudes más viles para provocar actos de violencia.
Los santacruceños ya hemos dado muestras de confianza a dirigentes que se mofaron de nosotros y la historia confirma que la seguidilla de Gobernadores que finalizaron su mandato en tiempos constitucionales es muy corta, dado que muchos tuvieron que retirarse con la cola entre las patas por haber jugado en contra de los intereses ciudadanos.
En apariencia los santacruceños suelen ser cautos, tranquilos pero observadores y cuando el hartasgo llega a irrumpir la serenidad del hogar, toman las calles por asalto y a pesar del frío mantien la actitud forjada con la testarudez propia de la zona y de la herencia aborígen que profundiza con más fuerza las demandas.
Esta vez la presencia de las fuerzas de seguridad en las calles hace recordar viejas epocas en la que uniformados se paseaban por la ciudad, ahora en tiempos democráticos no tiene son de ser y supone un pronto accionar de los mismos ante la orden de los perversos que no se animan a dar la cara y se esconden dentro de edificios altos para tratar de meter la imágen en sus pequeñas molleras de la concurrencia de todo un pueblo a la protesta organizada por los gremios estatales.
Esos mismos siniestros que responden a la articulación mafiosa de un Estado enfermo, son capaces de cualquier cosa con tal de seguir sosteniendo su buen pasar bendecido por el mismísimo Presidente de la Nación.