Durante los últimos meses desapareció de la agenda mediática nacional el conflicto de Santa Cruz que sigue dándole dolores de cabeza al Jefe, pero eso no significa que las cosas se hayan calmado en tierras pingüinas.
El hielo se está aflojando, la«Carpa de la Dignidad» -que no es digna- quedó instalada frente a La Rosadita como símbolo de lo que pudo ser, las persecuciones laborales continúan y los trabajadores están disconformes y bajo presión ¿Éste es el panorama con el que el FPV enfrentará las elecciones de octubre?
El desgaste fue por partes iguales y los trabajadores en lucha dieron batalla pero la guerra continúa y se avizora un panorama mucho más siniestro, dado que el avance en las negociaciones sindicales se encuentra atascado entre burocráticas sanciones e internas partidarias, transformándose en un caldo de cultivo violento ante la falta de respuestas por parte del Estado provincial.
El 2007 se presentó como un año electoral que iba a estar plagado de actos públicos, ostentación de poder y derroche en obra pública. Todo lo contrario, el accionar de la gente -que dejó de ser una entelequia para convertirse en ciudadanía- hizo que los "oficialistas" replegaran su fuerzas y se vieran debilitados ante el derrumbe de sus desnutridas bases.
Hoy no existe la militancia, aquello que alguna vez dio orígen a la Justicia Social, solo queda el asistencialismo que alimenta a los pobres pero no puede comprar los ideales ni tampoco desintegrar a la masa organizada.
En estos momentos los presuntos dirigentes del Frente para la Victoria, carentes de formación ideológica e intelectual, se enfrentan al pero de sus enemigos: Ellos mismos.
En Río Gallegos al fin se respiran aires democráticos y en las calles se vive un clima electoral en el que los candidatos a Gobernador e Intendente abundan, pero el "caballo del comisario" no aparece ¿se lo habrán comido?
Por fin se puede decir que en octubre vamos a poder elegir.
Como dicen los abuelos: "julio los prepara y agosto se los lleva"
