viernes, 28 de diciembre de 2012

Otro año electoral, se viene

Cada dos años tenemos elecciones y el 2013 es uno de ellos, con encuentros y desencuentros, con una interna feroz desatada apenas terminadas las presidenciales, con rojos en la cuentas y con la gente desorientada.

En Santa Cruz el panorama es complejo y más que un Gobierno parece un virreinato, donde el que oficia de Cisneros fue votado legítimamente y en democracia por la mayoría, la misma que ostenta desde el atril la Reina Cristina.

Las cuentas no le cierran a Daniel Peralta y ante la embestida de fantasía de los diputados que deben su cargo a La Cámpora, quedó totalmente debilitado en el poder ¿Tendrá poder? Solo le quedan las mañas de un viejo peronista acostumbrado a la tranza y la rosca política.

En tanto la ciudadanía, esa que muchas veces fue tildada de zurda, oportunista, desestabilizadora y demás descalificativos, tenía razón cuando vociferaba en medio de manifestaciones que las cosas se estaban haciendo mal, que los gobernantes estaban robando para la corona, que estaban entregando las riquezas de los santacruceños, que estaban empeñando el futuro de una provincia que le da mucho a la Nación.

Palos, militarización de las calles, garrote por parte de patotas gremiales acunadas en el poder gubernamental, desprestigio de trabajadores que cobran un buen sueldo porque así lo dice la ley, intentos de golpes institucionales, mal funcionamiento de los poderes autárquicos, desequilibrio en la economía provincial, falta de explicaciones reales y demostrables acerca de las arcas provinciales, son algunos de los temas que sucedieron en éste convulsionado 2012. Pero ya termina y los problemas que no fueron resueltos continuarán como un lastre.

Se dice que no hay dinero, se presiona de un lado y del otro. Se insiste en que no existen bandos, pero los bandos están y en el medio la gente que trabaja, que a fin de mes quiere su paga con total derecho. Todo el año el Gobierno de Santa Cruz puso excusas para no abonar como corresponde los sueldos e hizo abuso de los plazos establecidos para su acreditación en cada una de las cuentas de los estatales.

Desde la carente oposición se denunciaba una chicana; desde las filas internas opuestas a Peralta se hostigaba aprovechando el malestar popular. Finalmente la gente optó por dejar que se maten entre ellos, les siguió el juego con paciencia infinita. Dicen que todo pasa, pero el año entrante es electoral y ya sabemos lo que sucederá.

Por un lado no se da lo que corresponde, pero por el otro se entregan dádivas porque esa es la costumbre, eso es lo que vota la mayoría, esa es la elección de una forma de Gobierno latina que se impone en éstos tiempos. Poco importa ya en manos de quien quedará "la rosadita", se sabe que el teléfono rojo debe ser atendido y obedecido para evitar inconvenientes y que cortarse solo en el afano es el peor de los pecados para los kirchneristas.

Mientras tanto las acusaciones mediáticas o por redes sociales están a la orden del día. Es poco serio, irrespetuoso y decadente. La casta política nos sale demasiado cara como para que un gobernador comunique el pago de sueldos por twitter, mostrándolo como un gran logro cuando es lo mínimo que debe hacer un Estado de manera directa utilizando los mecanismos de comunicación regulares y propios, que para eso se invierte bastante dinero.

¿Donde quedó aquello del polo productivo? ¿Adonde las promesas de grandes obras santacruceñas? ¿Y el trabajo genuino que vendría de la mano de un Gobierno con "linea directa"? Claro está que gobernar Santa Cruz con independencia es cosa de guapos, esté quien sea de Presidente de la Nación. LLevamos más de una década K y los únicos beneficiados en Santa Cruz son los "amigos del poder", los de paladar negro, los demás ¡A la cola! de testigos de semejantes enriquecimientos.

La única construcción fue la de un feudo anteriormente inexistente en éstas pampas alejadas del poder central porteño, quizás sea ese el mayor logro de una familia de "caranchos" que hizo dinero sacándole a los que no podían pagar su hipoteca y luego enquistándose en cargos políticos.

Esta es la realidad de una Santa Cruz que cobija compatriotas de diferentes provincias que vienen en busca de un futuro mejor, exprimida por políticos inescrupulosos hijos de ésta tierra dilapidada, con entrañas ricas pero sin conducción ni gerenciamiento, con mucho por hacer y con poca sabiduría.

Como ya dijimos antes, el 2013 será otro año electoral donde tendremos una nueva oportunidad de equilibrar la balanza de uno de los engranajes que hace funcionar la democracia: La Cámara de Diputados, es allí donde debemos apuntar, es allí donde debemos poner un coto a tanto desmanejo ¿Estaremos a la altura de las circunstancias?