Ahora el ministro de Gobierno es otro pero sigue con el mismo accionar

Ayer en una entrevista el ministro de Gobierno de Santa Cruz, Pablo González, catalogó a los trabajadores que se manifestaron el sábado a la noche en los jardines de La Rosadita de "gente antisistema que usa la violencia" al tiempo que resaltó: "Se creen que con el uso de la fuerza pueden presionar al Gobierno" dando a entender que los responsables de las golpizas son los mismos manifestantes, por haberse portado mal.

Asimismo volvió a demonisar las protestas populares e instó a la gente que lo escuchaba en ese momento por una FM local a "no sumarse a los violentos, ni a gente encapuchada que bloquea el ingreso a Casa de Gobierno", develando el mismo modus operandi de su antecesor Daniel Varizat, quien ante la represión ordenada, por él mismo, contra los Municipales se justificó diciendo que los apaleados se habían autoinflingido las heridas y luego se determinó que uno de ellos había sido baleado con munición de alto calibre y a quemarropa.

La noche del sábado dejó como saldo ocho heridos, entre ellos cinco mujer, e inmediatamente se acordonó los alrededores de Casa de Gobierno con los acostumbrados policías recién ingresados que deben pagar los errores de sus jefes.

El policía encargado del operativo constantemente se mostró "sacado" y frente a la concurrencia femenina hizo gestos obsenos, al tocar sus genitales, con la intención de amedrentar a los manifestantes además de mostrarles casquillos de balas de plomo a modo de amenaza. Recordemos que los compañeros municipales fueron baleados con ésa munición el pasado 9 de mayo.

Los 34 efectivos de la policía provincial que actuaron esa noche no son ni más ni menos que el rezago de la Fuerza, puesto que pertenecen al ex Grupo de Operaciones Especiales (GOE), quienes luego de varios cuestionamientos se transformaron en la patota al servicio del poder políticos para realizar cualquier tipo de "trabajito sucio".

Esa misma noche se volvieron a colocar las vallas metálicas que fueran construídas meses atrás para encerrar a los trabajadores y así poder controlarlos mediante la violencia proveniente del Estado.

Sobre ésto González no hizo más que justificar el enrejado al mencionar que "lo que uno trata es de evitar una refriega" y añadió con molestia que "las vallas desnaturalizan Casa de Gobierno", dando a entender que debido a la instalación de los gremios en su frente no es posible el funcionamiento óptimo de las oficinas dentro de la misma. ¿Alguna vez funcionaron como corresponde?

En fin, una cosa más que dijo el actual Ministro de Gobierno y que llamó la atención fue cuando se refirió a la Carpa de la Dignidad, sobre la cual mencionó que "no hubo orden de desalojo hasta ahora, pero lo ideal sería una liberación de la calle y los accesos a Casa de Gobierno".

¿Será que en el pequeño cerebro de maní de estos tipos entró la idea de arrasar con todo un símbolo de ciudadanía y grito de guerra como lo es la Carpa de los Trabajadores?

Como dijo Peralta en Los Antiguos -cuando se enjugó en halagos frente a la presencia de Kristinita y el rey K- "¡Que venga, los estamos esperando!"