La Lucha Continúa

Haberse llevado puesto un Gobernador de los tres que en éste período se sucedieron, lograr que un pueblo completamente tranquilo se manifieste en las calles, levantar la voz de los trabajadores, hacer trabajar a los representantes del pueblo y provocar una verdadera discusión acerca de las mejoras laborales son, fueron y serán medallas ganadas con dignidad, constancia, disciplina y compromiso social.

Nada ni nadie quitará de la memoria colectiva la pueblada que se dio en estos dos últimos meses, en la que los hechos se sucedieron espontáneamente según el sentir de la gente y no como dicen por orden de una oposición que siempre estuvo ausente.

Ahora depende de la vitalidad de los manifestantes para mantener la lucha, continuar con los reclamos y seguir adelante con la clase pública, esa que nos enseñó a todos que no debemos bajar los brazos, pelear por lo que nos corresponde y no callarnos nunca más.

Lamentablemente durante años los gobernantes de turno (que siempre fueron los mismos) se movieron en función de engrosar sus propias arcas y poco les importó el bien común, la justicia social y la dignidad de los trabajadores. Todo eso fue en detrimento de varios engranajes sociales necesarios para el crecimiento de toda una nación.

Hoy se torna difícil decidir sobre cuestiones que llevó años corromper y menos aún pretender que en pocas horas se discutan temas que involucrarán a la gran masa salarial que habita nuestra provincia. La discusión de fondo es demostrar que no se vuelve a las aulas con tan solo una propuesta emanada del Gobierno de Santa Cruz, que por otra parte no condice con el esfuerzo realizado ni el tiempo que se extendió éste sistema esclavizante que desgastó los anticuerpos necesarios para afrontar pujas como las que hoy se presentan.

Lo que comenzó como un reclamo de mejoras salariales se tornó mucho más que eso, a esta altura se discuten cuestiones como la reformulación del recibo de sueldo para que ningún empleado cobre en negro su haber; la reconstrucción de los colectivos rotos por políticas denigrantes y la creación de nuevos puentes de diálogo entre los trabajadores y los patrones.

La sola idea de aceptar una propuesta mentirosa que promete mayor sometimiento de los obreros en tierras pingüinas, provoca rabia, asusta y fracciona el núcleo conformado por docentes y estatales.

Hoy más que nunca debemos estar todos unidos y aprender que las discusiones son buenas y que de una vez por todas se llevan a cabo en donde tienen que hacerse y no en una mesa de café. Los cambios no serán mágicos pero sí comienzan así: con propuestas, con lucha, con acercamiento, con dialogo, con convicciones y sobre todo mirándonos a la cara con la frente alta, cosa que los políticos no pueden ni podrán volver hacer.

Es urgente una renovación dirigencial y una reestructuración dentro de cada partido político, porque el sistema democrático es lo único que nos queda y es en las urnas donde todo se devela. La pelea por crecer y mejorar la calidad de vida de cada uno de los habitantes de Santa Cruz recién empieza y depende de todos nosotros, de nuestros compromiso social, individual y colectivo, que ésto cambie sanamente.