JUGANDO AL DESCONFÍO

El solo hecho de pensar en un fraude eleccionario provoca escozor y activa un mecanismo defensivo dentro de cada individuo que desesperanza toda posibilidad de cambio y recomposición de las Instituciones.

Por estas horas el aroma a fraude en la provincia de Córdoba tomó estado público y el reclamo de más del 40 por ciento de los cordobeses se hace sentir en «La Docta» para que se esclarezca definitivamente el resultado de las elecciones llevadas a cabo el domingo último.
Cada elector debe tener en cuenta las normas que rigen en democracia, establecidas por la Carta Magna, antes de sufragar. En estos momentos donde todos descreen de todos hay que estar muy atento y la única manera de salir airoso es respetar las normas vigentes y hacerlas cumplir como lo dicta un verdadero estado de derecho.
La penosa aparición en el escenario político del ex vasquetbolista “Pichi” Campana, lamentablemente vino de la mano de los corruptos que hacen escuela basada en la inducción a flagelar las reglas de convivencia, de ética pública y sobre todo de buen ciudadano.
Ante la sola sospecha de una irregularidad en el acto eleccionario todos, absolutamente, deben estar de acuerdo para desterrar las dudas y así limpiar el buen nombre y honor de aquellos que se posicionaron detrás de uno u otro candidato, además de respetar el voto de todos los ciudadanos.
Los valores están tan devastados en una sociedad exitista que ve con buenos ojos al “ganador”, ese que en vez de convertirse en un adalid de la justicia se emperra en defender con uñas y dientes una postura carente de sustento, el mismo que es apoyado por el poderío político de un Gabinete nacional acostumbrado a la barricada más que a la representatividad de todo un pueblo.
Todavía faltan las elecciones importantes. Y no es que las de cada distrito provincial sean menos significativas, es que lo ocurrido en una de las provincias más grandes de la Argentina pone en tela de juicio el sufragio que nos queda por delante, en el cual se elegirá al próximo Presidente de la Nación.
Un día alguien dijo “cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas en remojo” Será cuestión de acondicionar las autobombas en Santa Cruz porque se viene “la manipulación” desmedida y si fueron capaces de atropellar a los trabajadores en medio de una protesta seguro lo serán para urdir cualquier tipo de plan que los lleve a mantener el sillón de La Rosadita en el traste del Frente para la Victoria.