
Como si fuera poco el Ministerio de Asuntos Sociales, a la orden de Matías Mazú, dispuso un arsenal de alimentos para nutrir a los manifestantes "autoconvocados" para, como quien dice, pagar con el sandwich y la coca los aplausos y bombos.
Esta vez la presencia de la Pingüina arrepentida no será a lo grande y en el Boxing Club, solo hará una breve retórica en un gimnasio de limitada capacidad y con una guardia pretoriana como la de antaño ¿Qué pasa? ¿No quiere repetir la historia de su cuñada? ¿Le tiene miedo al publo? ¿Por qué no se abraza a la gente como lo hace su marido? o es que no abuza de su hopocresía y realmente le molesta la grasitud de las caras santacruceñas?
En fin, menos mal que solo es por este día...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Déjenos su comentario y en breve será publicado. No es necesario tener un perfil público o correo electrónico. ¡Gracias por participar y formar parte!