lunes, 19 de marzo de 2007

"Estamos prisioneros, carcelero ..."

Ver nuevamente las fuerzas armadas en las calles, los uniformados vestidos de verde, las zonas liberadas y el control exagerado en rededor de la casa del Presidente, suena a patético y a dejabú.
Ya hemos vivido épocas en la que nos sentíamos controlados y la simple libertad de caminar por la calle se tornaba una osada travesía, con miedo e incertidumbre ¿será eso lo que pretenden nuestros gobernantes o mejor dicho nuestros pequeños dictadores?
Durante la larga gestión de Kirchner hemos sido testigos de decisiones que nunca nadie había tomado y que eran necesarias para el bienestar común y la seguridad nacional. Pero nada de esto fue el resultado, cuando se quizo poner en marcha los mecanismos judiciales para cerrar viejas heridas, solo ocurrió que desapareciera en democracia Julio López y todavía dicen que lo están buscando.
Mientras tanto en nuestra provincia se creo la Secretaría de Derechos Humanos, a cargo de un tal Marucco que no pincha ni corta pero cobra sueldo, y frente a una movilización gremial se le pide a la Gendarmería que salga a las calles.
¿Es esto condescendiente con la política llevada a cabo por Kirchner a nivel nacional o forma parte del doble discurso al que nos tiene acostumbrados?
Lo cierto es que este 24 de marzo se cumplirá un año de la imposición de ese día como feriado y con el tiempo se transformará en un día más de fiesta, cuando de fiesta no tiene nada. Pero por si fuera poco se lo denominó «Día Nacional por la Memoria, la Verdad y la Justicia» cosa que no abunda en Santa Cruz, todo lo contrario, se impone la censura de programas radiales, se monitorean las publicaciones gráficas y se controla el contenido de los televisivos. ¿Hasta cuando la usanza del tercer Reich?
Este fin de semana nuevamente la esperanza se puso de manifiesto. Reuniones autoconvocadas, conferencias de prensa, decisiones de paro y quites de colaboración, fueron algunos de los movimientos de los gremios, pero en síntesis lo único que se esperó fue una palabra del "todopoderoso" que concluyera con un afloje ante los reclamos.
Esto no ocurrió y como lo adelantáramos en esta página, se apretará hasta más no poder con toda la fuerza del aparato y luego, cuando las voluntades queden por el piso, se sentarán a negociar. O mejor dicho: a imponer un negocio armado al estilo K.
Esta semana seguirán las medidas de fuerza ¿pero seguirán las fuerzas en la calle?

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