SANTA CRUZ NO ES ANILLACO

Si bien en la agenda de los medios nacionales el conflicto de Santa Cruz ha perdido su espacio, lejos se está de una solución en Tierras Pingüinas.
Cada vez que arriba el Presidente de la Nación a su terruño, un operativo inminente de Gendarmes alerta a la población y raudamente se activan los mecanismos autodefensivos en rechazo del que alguna vez gozó de privilegios y contó con el apoyo de su pueblo.
Luego de cuatro años de gestión nacional y más de 16 de dictadura provincial, el Pueblo dijo ¡Basta! Y de cara al 28 de octubre se barajan varias alternativas que se conforman como oposición pero dentro del PJ todavía no ocurrió el fraccionamiento que debiera, al no realizar el correspondiente llamado a elecciones internas y llegar al acto eleccionario con un sinfín de sublemas que solo apuntan a legitimar un fraude pergeñado por el Frente para la Victoria.
En los últimos días de campaña Santa Cruz recibió la visita de muchos de los candidatos presidenciables, a pesar de no ser el número fuerte para ganar la contienda pero sí es un lugar clave para el comienzo del fin de la «Era Pingüina».
Si bien el electorado santacruceño es mucho menor al de un partido como La Matanza –donde Kirchner es muy fuerte- los ojos de todo el país estarán puestos en la ciudad de Río Gallegos, cuna del Gran Pingüino y base que abandonó hace rato y que le costó el declive en su imagen durante el presente año.
Las cartas están echadas y los santacruceños demostraron que no se doblegan, que son todo lo fuerte que el clima impone, que la dureza al hablar es una demostración de lo que son capaces al momento de actuar, que la unión hace la fuerza y, sobretodo, que Santa Cruz no es Anillaco. Sus habitantes gritaron una verdad vedada por la indiferencia de todo un país y gritó tan fuerte que en cada rincón de la Argentina se supo quienes son los Kirchner, cómo amasaron su fortuna y cómo se siguen adueñando de las vidas que día a día se despliegan en el sur, que en vez de ser compatriotas en busca de algo mejor se transforman en esclavos del Feudo.
Las tierras, las viviendas, los bancos, las empresas todo … es propiedad de los Kirchner. A ellos hay que pedirles de rodillas, a ellos hay que rendirles pleitesía, a ellos hay que encomendarse si se quiere avanzar como empresario. Eso no es libertad y mucho menos democracia, porque la democracia no se sustenta en la dádiva, en la opresión o en la fantasía creada por un ilusionista; la democracia se basa en la participación ciudadana, en la creación de nuevos espacios de opinión, en la congregación de núcleos de trabajo ajenos al poderío gubernamental y también en el voto que legitima la gobernabilidad. Hoy más que nunca los santacruceños deben hacer valer su voto, no deben olvidar ninguna categoría antes de cerrar el sobre en el cuarto oscuro, tienen la obligación de informarse acerca de las opciones electorales, porque después solo queda la calle para protestar y realmente no sería la solución y le costaría el descrédito después de tanto trabajo.
A los ciudadanos del país solo resta decirles que ya saben de los manejos turbios de los Kirchner: del doble discurso en el tema Derechos Humanos, del desvío de los Fondos de Santa Cruz que nunca más volvieron, de su relación con el narcotráfico, de la benevolencia hacia los amigos, del crecimiento económico en pocos años de sus testaferros, de la gentuza que se rodean, de los aires de princesa de la Primera Dama y hoy candidata ungida para ocupar el sillón de Rivadavia, del no esclarecimiento del asesinato del empresario pesquero Espinosa (muerto que arrastran desde la campaña anterior), de los apremios a la prensa, de la injusticia que aplican y todos los demás hechos que se denuncian todos los días en páginas como ésta, que deben mantenerse en la clandestinidad para no ser víctima de persecuciones y aprietes por parte de un Estado manipulador.
Todo eso en su conjunto hace que un país que alguna vez fue «El Granero del Mundo» deba pagar en el mercado interno precios exuberantes de productos como el tomate, carecer del pescado –cuando poseemos la costa más grande de Latinoamérica- , prescindir de consumir lácteos o carne y así dar lugar a problemas alimentarios cuando los salarios no alcanzan para cubrir los costos de la canasta familiar.
Nada de estos viejos reclamos fueron canalizados por un Gobierno que se presentó como “Salvador” y que ahora sigue inmerso en la interna pejotista, alimenta la corrupción y sueña con continuar teniendo el poder para afianzar el propio.

NO SE DEJE ENGAÑAR: LEA, PARTICIPE, OPINE Y VOTE POR LA DIGNIDAD. NO VOTE A LOS KIRCHNER.