Sigan riendo, que el que ríe último ...

Con más de cinco mil "reidores" contratados y 82 colectivos llenos de militantes rentados, se concretó el dos veces suspendido viaje del Presidente de la Nación a la Cuenca Carbonífera, acto que se convirtió en el regreso del Gran Pingüino luego de tres largos meses de haber estado ausente en su provincia natal.
No es casual que su retorno esté ligado a una mega obra como lo será la construcción de la usina a carbón que abastecerá a gran parte de la Patagonia de energía eléctrica (¿o debemos decir que solo se construye con el fin de sustentar el accionar de empresas como ALuar en la zona?), además de ser el pretexto válido para continuar blanqueando dineros sucios regenteados por el superministro Devido y alimentar la corrupción feudal instalada por los Kirchner en Santa Cruz.
Lamentable imagen dieron los mineros con sus cascos encendidos aplaudiendo a quienes los desprecian y basurean en cada oportunidad; obreros que por su labor son casi héroes pero sin cerebro que ante la dádiva de los reyes se arrodillan para que les den, ni más ni menos, lo que les corresponde.
Tampoco es casual que un gimnasio en el que solo caben cinco mil personas paradas, haya sido llenado con gente que no es de Río Turbio, ni de 28 de Noviembre, ni de Julia Dufour. La muchachada del Frente para la Victoria cada vez más tiene que apelar a los dinerillos estatales para solventar los costos de una recepción que parezca una bienvenida a quienes se fueron para seguir engordando la billetera y se olvidaron de sus raíces.
Mientras ese mismo día los docentes hicieron cola en los cajeros automáticos para corroborar que otra vez les habían metido la mano en el bolsillo al no depositarles los días caídos durante la medida de fuerza, otros hacían la misma fila para recibir el pago por haberse sumado a la convocatoria de bufones, reidores, succionadores de medias y buchones que asistieron sin asco al Circo K, montado por aquellos que pretenden zafar de las impericias ocasionadas a todo el pueblo santacruceño.
Todavía el pueblo no sabe qué es "lo que el Presidente tiene que decir" (en alusión a los pasacalles puestos en calles céntricas riogalleguenses), porque tanta propaganda y tanto alarde para decir nada, para que la ciudadanía sea testigo una vez más de la alharaca panfletaria y del poderío soberbio del Rey K que bajo el lema "Santa Cruz Somos Todos" continúa dejando de lado a los que opinan distinto y califica de "lucha inútil" a lo que es una Crisis Institucional.