martes, 13 de enero de 2009

En el país del ninguneo

Mientras la Presidente de la Nación es noticia por tanto botox e interés por mantenerse a la moda y planificaciones de viajes, en el norte de éste bendito país dio comienzo una huelga de hambre que tiene como protagonistas a 200 jujeños que reclaman dignidad y derechos a los recursos más básicos que un ser humano puede pretender.
La miseria es un flagelo del que no se puede escapar, pero no tiene asidero en un país donde la carne, le leche, las verduras y hasta “un yuyo” como la soja sostienen gran parte de la economía local y regional.
Lamentablemente otra vez la Argentina es identificada en el mundo por su miseria y corrupción. Todavía no se solucionó el meollo con el campo, cuyo conflicto dejó una de las postales más aberrantes como la de arrojar a los costados de la ruta alimentos principales de la cadena alimenticia, que por si fuera poco en algunas provincias la cantidad de niños con hambre siguen sumando cifras escalofriantes y poco justificables, dentro de una estructura que se dice “progre” pero se aferra a la dádiva y la creación de bolsones de pobreza con fines electoralistas.
Ya no es novedad que la proliferación de las villas miserias en diferentes ciudades de la Argentina esté íntimamente ligada a la manipulación de punteros políticos que prometen pero no cumplen. Todo eso sumado a la incesante deserción escolar que ahonda aún más el bajo nivel intelectual de la población. Hambre, desprecio por el pobre y analfabetismo son el caldo de cultivo de un país que no hace nada por sostener siquiera su calidad de “emergente” y caprichosamente se sumerge en la caída irreversible que provocan aquellos que se dicen “conductores políticos” o funcionarios de turno.
Son innumerables las denuncias periodísticas sobre negocios turbios, faltas de justicia, impunidad, sobrefacturación en la obra pública, enriquecimientos ilícitos y otras tantas cosas de la que nos hemos enterado, que parece no afectarnos ya y leemos sin asombro cada una de las publicaciones.
También nos hemos acostumbrado a que las elecciones son manipuladas y a nadie le importa, que cada año electoral aparecerán más y más heladeras, lavarropas, televisores, como antaño entregaban alpargatas ¿Para qué? Para así ganar por ganar y sostener un imperio hueco, sin doctrina, sin planificación, por el solo poder mismo y el incremento de las arcas de unos pocos.
De 625 mil habitantes de Jujuy, 200 mil están bajo la línea de pobreza y hoy están diciéndole al mundo ¡BASTA! ¿No deberíamos todos decirlo también? O es que los “coyitas” valen menos que los ocupas en Santa Cruz o los de la Villa 31 en Buenos Aires?
¿Dónde están los D’elía, las Madres de Plaza de Mayo, los asistentes sociales como Alicia Kirchner, los diputados que enarbolan la Justicia Social y los Justicialistas en general?
Solo el padre Jesús Olmedo junto al Premio Novel de la Paz Pérez Esquivel, alzaron su voz para dar a conocer el reclamo y solo algunos medios de comunicación se hicieron eco de ése llamado desesperado, porque tampoco les importa a los gobernantes que un puñado de pobres perezcan ante tamaña solicitud.
Es más importante que el Vicepresidente de la Nación no aparezca en la pantalla de Canal 7 o que no se lo entreviste en Radio Nacional, que dar a conocer una realidad latente en cada uno de los rincones de la Argentina que supimos conseguir.

viernes, 9 de enero de 2009

Está internada la madre de Néstor Kirchner

Ayer se tomó conocimiento que la madre del Gran Pingüino, Doña María, se encuentra internada en el nosocomio local a causa de un golpe que se propinara al caer de su cama. La anciana se encontraba en la provincia -según rumores- por el presunto casamiento de su nieto, Máximo Kirchner, en la Villa Turística de El Calafate. De ésto último poco se supo pero lo cierto es que en el Hospital Regional circulan más guardaespaldas que enfermos y empleados.
La vieja vecina riogalleguense se encuentra estable, según los informes de radio pasillo, y solo requiere los cuidados que cualquier persona de avanzada edad debiera tener, pero que solo la madre de los Kirchner puede usufructuar.
Un séquito de enfermeras y médicos particulares hacen que la tarea de cuidar a la enferma por parte del personal hospitalario sea dificultosa, puesto que todo debe ser corroborado por ellos y no dejan que nadie más que los autorizados puedan atenderla ¿Para qué la internan en el Hospital Público?
A diversas horas se lo podía ver a Máximo K dando vueltas dentro del Hospital, controlando que a su abuela no le falte nada.
Bueno, digamos que es un día más de los Kirchner: Todos a su disposición; impartiendo ordenes y numerosos tipos de traje y anteojitos oscuros lamiéndoles las botas ¡Cómo si alguien alguna vez hubiera intentado algo contra ellos!
Para lograr custodiar al hijo de la Presidente, a la suegra de la Presidente y a la amante del hijo de la Presidente, se cortó el acceso de medio hospital y se colocaron guardias externos para supervisar la entrada y salida de cada persona que trabaja allí ¿No será demasiado? ¿Y el presupuesto?