“La Paz Social la Construimos entre Todos”

En Santa Cruz pocos personajes gozan de buena imagen pública y uno de ellos, hoy por hoy predilecto de la ciudadanía, es el Padre Obispo Juan Carlos Romanín, hombre de la Iglesia que supo ponerse al frente de los conflictos sociales e interpretar la voz del Pueblo en momentos en que solo la violencia afloraba de las entrañas de Río Gallegos.
En ocasión de celebrarse la festividad de San Cayetano el Obispo de la diócesis santacruceña y fueguina se dirigió a su feligresía con palabras de esperanza pero también proféticas, por su pedido anticipado de paz social puesto que todavía el “cómplice kirchnerista” Varizat no se había abalanzado sobre los manifestantes con su poderosa camioneta.
A continuación algunos de los párrafos de la Homilía:

“Hacer memoria nos da raíz e identidad como pueblo. Y, recordar lo sucedido a lo largo de este tiempo supone reconocer que vivir es construir, es ser protagonista, es ser hacedor del propio recorrido vital y de la historia de la sociedad a la que cada uno pertenece.
Este año, desde el mes de marzo vivimos en nuestra Provincia (de Santa Cruz y también en Tierra del Fuego) un tiempo particular, que seguramente quedará registrado en el corazón de todos los que estamos siendo protagonistas como un tiempo inaugural.” (Te Deum 25 de Mayo 2007)
Recordar lo acontecido en clave de fe implica reconocer el paso de Dios por nuestra historia. Un Dios que nos creó para ser libres y nos invita a liberar las situaciones que le impiden a toda persona ejercer este regalo. “Esta es la libertad que nos ha dado Cristo. Manténganse firmes para no caer de nuevo bajo el yugo de la esclavitud.” (Gál. 5,1)
La sociedades santacruceña y fueguina han podido vencer el miedo, han podido apropiarse de la posibilidad de reclamar sus derechos, han podido descubrir que las diferencias aportan riqueza al conjunto, han podido recuperar espacios comunes donde encontrarse y reconocerse, han podido abandonar la condición de habitantes para resignificar la dimensión de ciudadanos y de hermanos.
En todo este proceso hemos tenido una presencia real como Iglesia. Una Iglesia que en esta coyuntura histórica optó por involucrar su voz y su disposición para propiciar y pedir: diálogo democrático al momento de resolver las problemáticas sociales, entendiendo que ‘todo reclamo tiene que ser escuchado, recibido y gestionado’. También para señalar con firmeza la necesidad de rechazar todo tipo de violencia sea cuál fuere su expresión y su procedencia, y para señalar, con la misma firmeza, la necesidad de encontrar el camino de la justicia y el resguardo de la paz social.
Es cierto también, que hemos tenido distintas y diversas reacciones ante lo sucedido. Algunos más involucrados, otros menos, los hubo también indiferentes. Creo que es tiempo propicio para que cada uno pueda mirarse hondamente, y así pueda sincerar su fe y su compromiso por el Reino.
Evidentemente este es un tiempo de oportunidad. Oportunidad para nuestra sociedad y para nuestra Iglesia de seguir caminando juntos, de seguir soñando y construyendo un presente más humano, más solidario, más respetuoso de todos y cada uno de los que convivimos en Santa Cruz y en Tierra del Fuego, un presente más digno y más justo especialmente para los más pobres de nuestro pueblo que peregrina en la Patagonia.
En estas circunstancias históricas, la fe nos exige crecer aún más en nuestro compromiso ciudadano. De allí la necesidad urgente que todos los argentinos, y especialmente los cristianos, descubramos mejor nuestra vocación por el bien común, y así nos convirtamos ‘de habitantes a ciudadanos’, corresponsables de la vida social y política.”
Con éstas palabras queremos realzar la intención pacificadora del Obispo Romanín he invitamos desde éste espacio virtual a sumarse a la oración y el accionar propuesto por tan loable personaje que alimenta el espíritu de cada ciudadano y calma las ansias de venganza que emergen ante cada provocación de los impunes, corruptos y poderosos que gobiernan Santa Cruz.