El sitio http://www.novotoacristina.blogspot.com/ propone una campaña para que cada blogger exprese su opinión ante la impuesta candidatura de Kristinita, quien fue ungida por el Rey K para sucederlo en el trono de la Republiqueta argentina.

En primer lugar desde EL CUERVO queremos hacer saber que conocemos bien a los Kirchner debido a la cercanía geográfica y a los años de soportarlos en Santa Cruz. En segundo término debemos decir que la candidata en cuestión es mucho peor que El Pingüino. Su soberbia, sus malos tratos hacia los empleados y la sosobra con que deambula por el mundo, son motivos suficientes para descartarla como administradora de los recursos del Estado.

Lo que dio que hablar durante el tiempo en que se la conoció a nivel nacional es solo una fracción de lo que realmente es. Su capacidad intelectual, de la cual hace alarde, no difiere de cualquier autodidacta argentino que roba frases de verdaderos genios para poder enfrentar a una masa alienada, sin preparación, que solo cumplen el rol de plebeyos para hacer creer a la princesa que es inteligente.

No le costó demasiado mostrarse como una "negrita" con plata que por primera vez alucina con joyas, shopping y vestiditos exclusivos y da rienda suelta al asco que le provoca besar a la gente de la villa, que en definitiva son la fracción más influenciable por el clientelismo que ella y su marido pregonan.

Otro motivo para no darle el voto, de especial raigambre en Santa Cruz, es su aporte a la privatización de YPF allá por los años '90. Quien basó su paso por la Cámara de Diputados y Senadores en una marcada oposición a Ménem, en ese entonces estaba en un total acuerdo con las políticas vendepatrias llevadas a cabo por el ex Presidente.

Ahora que, sin elecciones internas dentro del PJ, fue elegida por dedocracia para representar a uno de los partidos mayoritarios de la Argentina en la elecciones presidenciales del 28 de octubre, no queda más que rechazar éste tipo de acciones dictatoriales en detrimento de una democracia que costó sangre, sudor y lágrimas.

Por eso con la memoria fresca y los valores bien puestos NO VOTAMOS A CRISTINA.