La impecable elección ganada por el actual gobernador de la provincia de Salta, Juan Manuel Urtubey, dejó alegría entre los salteños pero también un sinsabor en la Casa Rosada.
En reiteradas oportunidades el candidato oficial se despegó de la imagen presidencial y jamás relacionó su triunfo con Cristina Kirchner. Esto provocó malestar en el círculo presidencial quienes rápidamente enviaron sus felicitaciones para, de alguna manera, hacerse de la victoria obtenida.
En su campaña Urtubey utilizó como slogan la palabra "Seguíme", con la misma tipografía que otrora usara el ex-presidente Menem para su reelección. Además, en diversas entrevistas, dejó en claro que él es pejotista y que su triunfo no es ni más ni menos que un premio por su buena gestión.
Los salteños sufragaron y le dieron una nueva oportunidad a la conducción actual, sin nacionalizar la elección e hizo uso del tan cuestionado voto electrónico, que arrojó rápidos resultados y simplificó el sistema de voto a voto en un conteo instantáneo y prácticamente on line.
Al parecer se trataría de un distrito importante en manos del Justicialismo, una firme convicción que deja la puerta abierta cualquiera de los candidatos presidenciables que aún están en la baraja.
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