El fin del Modelo K
EPITAFIO
Por Miguel Chazarreta
Caleta Olivia, 4 de Marzo de 2012.-
No fue una muerte natural.
El cadáver de un Estado asesinado en plena pubertad se vela el próximo 8 de marzo en la Legislatura Provincial.
25 años de agonía disimuladas tras sucesiones de anestesias insensibilizaron los síntomas de la declinación y la muerte.
Bodas
de plata en la complicidad de la mayoría de un pueblo que celebró los
paliativos, y repudió los reproches minoritarios de quienes pregonaban
que el tumor prosperaba, que hacía falta tratamientos, no maquillajes;
que necesitábamos médicos, no cosmetólogos.
Santa Cruz fue, durante 25 años, el ejemplo más elocuente del “sepulcro blanqueado”.
Se
mostraba un progreso mentiroso; un crecimiento falaz y las mayorías lo
sabían… cómplices; participes necesarios de este crimen premeditado y
salvaje.
Porque en estos 25 años nada importó… ni siquiera lo ilegal… ni siquiera lo inmoral.
No importó que se haya triplicado el plantel de la administración pública.
No importó que se hayan evaporado 1.200 millones de dólares del ahorro de los santacruceños.
No importó que hayan entregado nuestros recursos naturales.
No
importó el catálogo de mentiras electorales; las Zonas Francas, el
aeropuerto de Caleta Olivia, la Instalación de la Armada Argentina, la
destilería, la fábrica de automóviles y otras tantas fantasías
electorales.
No importó la expansión de la droga, el
alcohol, la violencia, el delito, la pobreza, la desocupación, el
abandono y los conflictos sociales.
No importó que se
bastardeara la calidad institucional con mecanismos aberrantes y
distorsivos, como la Ley de Lemas, la reelección indefinida y el
Diputado por Municipio.
No importó la insólita y repentina aparición de nuevos ricos santacruceños, sin otro mérito que estar vinculados al poder.
Nada importó mientras las mayorías tuvieran garantizado un ingreso y la jubilación en las condiciones históricas.
Llegó
el momento temido, anunciado por los agoreros que profetizaban que esto
algún día tenía que reventar. Y –finalmente- reventó.
Y
el sinceramiento de las cuentas públicas evidencia un Estado
insostenible, fundido. El célebre “Modelo” al que todos y cada uno de de
los funcionarios adscribían, finalmente colapsó y ese patatús se llevó
puesto al Estado santacruceño.
Ya nadie se siente
“protegido” por el Kirchnerismo. Y –el colmo de la hipocresía- el
Kirchnerismo que busca desesperadamente ser la alternativa del mismo
Kirchnerismo.
Es por esto que frente al marasmo hay
quienes quieren sacar los pies del velatorio, dejando al gobernador
PERALTA como único penitente. Hipocresía explícita. No hay en la
dirigencia del Frente para la Victoria –ni por asomo- nadie con la
autoridad política ni siquiera para levantar una piedrita. Todos son
responsables, todos son culpables; a todos les cabe el sayo de la
decadencia, la mentira y la corrupción que han derruido a Santa Cruz
hasta el oprobio.
PERALTA no debe ser el chivo expiatorio,
no deben cargar sobre él las culpas que arrancaron en el 91 con Néstor
KIRCHNER gobernador, pues de las lluvias de KIRCHNER fueron los barros
de ACEVEDO y los que hoy salpica PERALTA. Esto –por supuesto- no libera
de las culpas que tiene el actual gobernador, que son muchas, graves y
propias, pero es dable poner las cosas en su lugar. PERALTA debe terminar su mandato.
De
una vez se debe terminar el juego histórico del Peronismo vernáculo,
consistente en desbancar a sus propios gobernantes y gestar desde el
poder, la sucesión gubernamental. Lo hicieron con CEPERNIC en los 70,
con DEL VAL en los 80, con ACEVEDO y SANCHO en los 90, con lo cual el
justicialismo santacruceño carece de autoridad para hablar de ningún
helicóptero. El mismo PERALTA fue beneficiario de este juego al hacerse
cargo del poder abandonado por ACEVEDO y SANCHO.
Digo esto
porque hay movimientos internos que pretenden repetir la historia,
derrocando a PERALTA y una vez afuera culparlo hasta del atentado a las
torres gemelas. Estos cobardes e hipócritas anhelan asomar a la sociedad
castos, inmaculados y como si nada hubieran tenido que ver con PERALTA
y los 25 años de la decadencia santacruceña. Para ello cuentan con el
atuendo más adecuado; se han disfrazado de jóvenes, se hacen llamar los
de “La Cámpora” y para ellos “escrúpulos” debe ser una isla del Mar
Egeo.
Ahora, Santa Cruz está de luto; su Estado agoniza
empujado por un gobierno débil, fracasado, mediocre, corrupto,
irresponsable e irracional.
Frente a ello tengamos
cuidado. Solamente la Provincia podrá erigir un nuevo Estado. Para ello
será indispensable que sea el Pueblo y solamente el Pueblo –con sus
mayorías penitentes- en los tiempos y las formas de la democracia
entronice un gobierno distinto.
Un gobierno que cimiente un Estado fuerte, capaz, decente, responsable y racional.
Mientras
tanto el jueves 8 se velarán los restos del “modelo kirchnerista” que
–genio y figura- guarda su forma hasta en el final. Nadie está invitado y
así, como no permitieron que se vieran los restos mortales de Néstor
KIRCHNER, el gobierno impide que el pueblo santacruceño sea testigo de
sus exequias.
Después de una prolongada agonía, a la edad de 25 años ha dejado de existir en la provincia de Santa Cruz el memorable Modelo K.
Sus restos serán velados el día 8 de marzo en la Legislatura Provincial.
Ya nada será como fuera.
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