Emergencia económica en tierras pingüinas

Una vez más los trabajadores, los revoltosos, los precavidos, los virtuosos que anunciaban el derroche, el desmanejo y la desazón, son los responsables de haber llevado a la quiebra a una provincia que tuvo su protagonismo histórico.

Los gobernantes, los legisladores, los políticos que siempre vivieron del sistema, ninguno se hace cargo de haber sido "levantamanos", aplaudidores, reidores, sordos, ciegos y grandes contadores de dinero. Ninguno es responsable de haber contribuido a la destruccion de la riqueza santacruceña, ninguno se hace cargo de no haber aprovechado ese renombrado "momento historico" que tantas veces nos remarcaron desde el discurso. Todos con total hipocresía siguen profundizando el modelo, que no es ni más ni menos que proteger sus propios intereses, contribuir a engrosar las cuentas privadas de los funcionarios kirchneristas y pasar de proletariado a terratenientes amasando fortunas a costillas de un pueblo subsidiario, con menos educación y más planes sociales.

La demagogia en su máxima expresion es la formula preferida del pejotismo, devenido en K, que siempre supo torcer el resultado de las elecciones en momentos álgidos. El macabro plan enmascarado de proyecto funciona a la perfección: tiran de la cuerda, aprietan, oprimen, judicializan los conflictos, no dialogan, decretan, inventan leyes que nos retrotraen a tiempos viejos, hacen uso y abuso de la fuerza pública, crean bandos y le dan el dulce a quienes por convencimiento o por cansancio se enfilan en lo que ellos llaman militancia.

El mensaje es claro: Pelear es un sinsentido que solo trae peores consecuencias. Agachar la cabeza garpa, da como resultado un bienestar personal sin que importe el costo social de semejante egoismo. Lo establecido por el actual gobierno provincial se trata de una trampa pergeñada hace ya tiempo y que en momentos de tranquiladad social cae sobre los trabajadores como una daga asesina que echa por tierra todo tipo de reclamo que pudiese desplegar el año entrante.

Otro aspecto no menos importante es la interna feroz desatada en el pejota santacruceño, cuyos referentes protagonizarán lo que se anuncia como un estallido maniqueado que tomará por asalto toda protesta social desligitimándola para apoderarse de ella y asi no perder el maldito poder que durante 30 años vienen disfrutando. Diferentes teorías vienen ganando la calle. Lo que sí es cierto que ésta vez la protesta pacífica no reinará, no serán tiempos de reclamos democráticos con ejemplos de etica ciudadana, se avisoran momentos violentos que solo tienen explicacion en el contexto histórico argentino, donde la sangre y el descontrol hicieron mella.

 

El medio aguinaldo de invierno peligró y no les importó; el medio aguinaldo de diciembre, vino con descuento y tampoco les importó; se fueron de vacaciones raudamente, sin que les importasen los cambios trascendentales ni la lucha sindical.... ahora volverán bronceados pero tendrán que trabajar hasta los 65 años sin recomposicion salarial ni recategorización. Ese es el costo de la falta de compromiso y desinterés ¡Ahí tienen, sigan votando al Frente para la Victoria!