La Dignidad de los Nadie frente a la Mentira Organizada

La parafernalia montada por los vasallos del Rey K otra vez hizo correr sangre en Santa Cruz. El acto de presentación de los candidatos del Frente para la Victoria santacruceña se realizó con aires de revancha, pero cada vez son menos los que se suman a la propuesta presidencial.
El gimnasio de mayor tamaño con el que cuenta la ciudad de Río Gallegos no pudo ser llenado en toda su magnitud, por ello hubo que colocar sillas en el campus y así dar una “buena imagen” para la pantalla televisiva de América TV y Crónica, clásicos canales pagos en las campañas electorales.
Los “reidores” a sueldo que el FPV recluta cada vez que llega el Gran Pingüino no resultaron suficientes y debieron desistir de ingresar al complejo deportivo con bombos y pancartas, dado que la vez anterior ofrecieron un desagradable espectáculo al ignorar el discurso de la candidata presidencial Cristina Fernández y dieron rienda suelta a las bravuconadas y golpes, digno de grupos acostumbrados a la violencia y despojados de toda conducta social.
Ese es el público que le gusta tener a Kirchner enfrente, el que no escucha sus mentiras pero lo aplaude sin cuestionamientos ¿Será esa la masa trabajadora a la que se refieren los pasacalles de “Pila Daniel”?
Hoy los trabajadores en lucha continúan reclamando viejos derechos adquiridos en el siglo pasado y que con el devenir democrático y el autoritarismo de algunos dirigentes fueron tiranizados, con la intención de atomizar la antigua masa sindical que en tiempos actuales se presenta como individuos que pretenden vivir en un estado de derecho reclamando por lo que les parece justo sin ataduras políticas, con conciencia ciudadana y aspiraciones pluralistas.
Los discursos del Presidente de la Nación y del diputado a cargo de la Gobernación santacruceña otra vez estuvieron cargados de mentiras, difamaciones e injurias. Dicen que “Santa Cruz Somos Todos” pero cuando entran a hilar fino son más los excluidos que los que por motus propio se alinean detrás del oficialismo.
No se puede usar un slogan inclusivo cuando la sangre de los santacruceños se riega en todo el territorio provincial y el Presidente de todos los argentinos ignora el hecho. Tampoco condice el mensaje de campaña con el envío de las fuerzas encargadas de custodiar nuestra frontera a apalear a la gente que no encuentra otra manera de protestar porque no hay justicia.
Cuando Néstor Carlos dice que “cobardes son los que se la agarran con una mujer” ¿No se acordó que Susana Guillermaz y Adela Gómez también lo son? Ellas son trabajadoras que nunca ocuparon un cargo público y que tampoco merecen ser agredidas.
Señor Presidente: Las patotas a las que se refirió esa noche en el Boxing –el gimnasio que construyó con fondos del Estado para que sea usado por unos pocos- están enquistadas dentro del sistema feudal que usted conduce, el que le permitió mantenerse en la punta de la pirámide a través del miedo, provocando terror en quienes osaran “sacar los pies del plato”. Eso, Señor Presidente, se llama Mafia y su organización legitimada en un Gobierno perfila el Terrorismo de Estado.
Además de haber sido agredida físicamente una periodista por uniformados de la Gendarmería nacional, durante la jornada del miércoles no se tuvo noticias de el dirigente gremial Jorge Chalampa, quien tuvo calidad de desaparecido al ser chupado del corte de ruta sin que la Justicia supiera su paradero ni el motivo de su detención ¿Esa es su preocupación por los Derechos Humanos con la que tanta bandera hace en el resto del país? ¡No sea hipócrita! Y de una vez por todas bájese del caballo, porque la historia lo recordará como un dictador más que disfrazó su objetivo revanchista con arengas populares y peroratas vacías de valores como la equidad, la justicia social y el respeto por el otro. ¡Qué lejos está de los grandes fundadores de la Patria como Juan Bautista Alberdi y Lisandro de la Torre!
¡Pobre Santa Cruz! Que a pesar del movimiento cívico generado por el hartazgo ante la impunidad y el enriquecimiento de algunos amigos del poder, deberá seguir soportando los vestigios del paso de “Alí Babá y los 40 ladrones” que se adueñaron de absolutamente todo cuanto pudieron y continuarán ofreciendo dádivas en pos del clientelismo sin fin.
Mientras tanto los riogalleguenses persistirán en su clamor hasta que la Justicia sea independiente, la policía deje de proteger a los delincuentes, los sueldos dejen de ser de hambre, la Gendarmería se retire de las calles, la administración pública recupere su status y que el Poder Ejecutivo sea solucionador de los reclamos y no un mero interlocutor entre el Patrón de Estancia y los esclavos.