viernes, 8 de noviembre de 2013

Los Narcotraficantes K

Por Jorge Boimvaser 
Periodista



 Parece un film de Hollywood, una versión local de Los Soprano o una historia de las tantas en el México de los cárteles de la droga. Contactos y vínculos con el Estado, aunque en Rosario y aún en parte del gobierno nacional los creían una familia respetable y acomodada. Otra vez la ostentación y ese síndrome de los nuevos ricos de mostrarle al mundo qué bien les va en la vida, tal como le ocurrió al rey de la efedrina, Mario Segovia, los puso en la mira de los investigadores. 
 Sergio Berni, ya se sabe, es como aquel personaje "figureti" que quiere salir siempre en las nuevas estampitas. Estaba a sus anchas anunciándole al periodismo el desbaratamiento de una increíble narco familia que había montado un laboratorio para la fabricación de cocaína en Funes, para quien no conoce Rosario, algo así como el Nordelta de la Provincia de Buenos Aires.
 De repente, a Berni lo llamaron de Presidencia de la Nación para que bajara los decibeles del importante anuncio, pero ya era tarde, no había retroceso. Rememorando aquel slogan que se hizo mundial en la misión espacial Apolo, "Houston, estamos en problemas". Algo parecido le dijeron al Secretario de Seguridad cuando cayó con la tropa de policía antinarcóticos en la mansión de cuatro pisos donde vivía el matrimonio Zacarías en Funes, el barrio residencial rosarino por excelencia.
 En el gobierno nadie sabía ni imaginaba lo que estaba ocurriendo en sus propias entrañas. Sonaría más lindo y conspirativo decir que el gobierno apañaba a la narco familia, pero no es así. Negligencia toda, pero complicidad ninguna. De hecho, si hubiera sido así, Berni no hubiera encabezado el "Operativo Flipper", la capacidad de fabricar 100 kilos de cocaína de máxima pureza por día no tiene antecedentes en la historia criminal argentino.
 Y ahora, lo que nadie contó de porqué a Berni le hicieron bajar un cambio del mega operativo cuando ya era tarde. 

¿Quién es la familia Zacarías?

Te contamos en primicia lo que aterra al gobierno que se había filtrado en sus filas y nadie lo advirtiera.

Miguel Zacarías tuvo a su cargo la inscripción de empresas en los registros de proveedores de precursores químicos en la Secretaría antidrogas, SEDRONAR. ¿Qué es eso, preguntás? Ese ácido de olor fuerte que usan las mujeres para sacarse el esmalte de uñas, la acetona, es uno de los químicos imprescindibles para "cocinar" hojas de coca y convertirla en cocaína. Nadie puede comercializar acetona sin la aprobación del SEDRONAR, es un producto altamente inflamable que tiene mil usos en la industria como disolvente de grasas, aceites y para la fabricación de hules y rollos de película. Manipular acetona es altamente peligroso tanto por su toxicidad como por el carácter inflamable. La SEDRONAR tendría que ser el organismo regulador para evitar que el producto llegue a manos de los fabricantes de narcóticos, pero ahí estaba Miguel Zacarías en las altas cumbres de la secretaría de Estado consiguiendo bidones de 25 litros como quien compra galletitas en el quisco de la esquina. Zacarías fue parte de la administración de José Ramón "Bochi" Graneros (ex odontólogo de Néstor Kirchner en Santa Cruz) y se alejó del cargo cuando llegó al organismo Rafael Bielsa, pero dejó su gente en la repartición y la obtención de acetona nunca se interrumpió hasta ahora. 
 Máximo Zacarías estaba al frente del PAMI Rosario, y utilizaba las ambulancias del organismo para transportar la droga ya fabricada. ¿Qué control policial va a registrar una ambulancia? Hasta engañó a Graciela Ocaña cuando estaba al frente del PAMI, "la hormiguita" no era muy despierta para estas cosas pero nadie la podría acusar de complicidad. Los Zacarías sabían cómo moverse en estas lides. 
 Luis Zacarías (todos hermanos) fue parte de Ceremonial y Protocolo de Presidencia de la Nación, su credencial servía para "chapear" en toda instancia que fuera necesaria; si algún policía o gendarme dudaba de su identidad llamaba a Casa de Gobierno y le confirmaban que el hombre era parte de la planta. Y seguía de largo, estilo Cabandié pero en vez de decir "me banqué la dictadura" mostraba que era parte del gobierno.
 Luis Zacarías también había formado parte de Ceremonial y Protocolo en Santa Cruz durante el gobierno de Néstor Kirchner, posteriormente estuvo junto a Julio de Vido quien lo echó de su Ministerio pero el hermanito seguí siendo un hombre de contacto y gestión en el kirchnerismo. 
 Delfín David Zacarías era el jefe y padre de familia que ostentaba su amistad con Néstor Kirchner, aunque nunca contaba que le había disparado un balazo en el pecho a su anterior pareja (allí en el comienzo de los 90) y se tuvo que fugar de Santa Cruz para no ser encarcelado. Disparó al Norte y en Salta conoció los entretelones del complejo mundo del narcotráfico. Cómo sortear barreras aduaneras, cómo fabricar la cocaína y los mil trucos para ganar dinero fácil a costa de la salud de la población. 

Los Zacarías, historia de novela pero real. Sucedió en la Argentina.

Audio donde el periodista Jorge Bomvaser cuenta los entretelones de la investigación

jueves, 7 de noviembre de 2013

Argentina, una vez más ¡Dice Basta!

Otra vez las redes sociales cobran protagonismo y se preparan para un nuevo cacerolazo convocado para el 8N a las 20Hs en todo el país y el mundo ...


 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Audiencia: Situación del derecho a la libertad de expresión en Argentina

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en su 149° sesión, escuchó a los periodistas Joaquín Morales Sola y Magdalena Ruiz Guiñazú, quienes solicitaron que visiten la Argentina para monitorear el trato que reciben alguno periodistas y sobretodo la manipulación de la libertad de expresión en los medios.



Es un hecho gravísimo que desde el Estado se estigmatice a aquellos que opinan diferente a la ideología que pretende imponer el Gobierno nacional. La utilización sistemática de los recursos mediáticos estatales con fines burlescos, para ridiculizar a los formadores de opinión que no forman parte de la propaladora estatal, es un acto deplorable que merece el repudio de los ciudadanos del mundo. 
¡Qué se sepan éstas cosas y que no caigamos en algo que ya hemos vivido!